Por Divandino
Hablar
de un músico, cantante, compositor, arreglista, actor, director y fashionista,
es hablar de un artista más que completo, que domina diversos aspectos de lo
que los estudiosos llaman la industria cultural. Es hablar de una persona que hurgó
en lo más profundo de su cuerpo y su mente la capacidad y resistencia para la
creación: una canción, el guión de una película, la producción de otro cantante
o grupo.
Esa
persona de la que hablamos, cuentan sus biógrafos y músicos cercanos a él, que
solo dormía de tres a cuatro horas diarias; quizá porque su talento así se lo
demandaba, a costa de su salud, la que posiblemente se deterioró por esa
exigencia física.
Hablamos,
por supuesto, de Prince Rogers Nelson, conocido simplemente como Prince,
evocando a un sensei oriental o a un maestro del arte y el entretenimiento,
aunque su nombre no es más que un homenaje al grupo aficionado de jazz que su
padre tuvo en su juventud.
Fue
el pasado 21 de abril que se cumplieron dos años del lamentable fallecimiento
de este genio de la música, a
consecuencia de una sobredosis accidental de fentanilo en su casa, así lo
revelaron, en su momento, diversos medios de comunicación-.
Prince
nació en Minneapolis, Minessota (E.U) un 7 de junio de 1958. Desde niño mostró
un talento fenomenal para la música. Fue a los 18 años cuando firma su primer
contrato discográfico, material que logró mucha expectación entre el público y
los críticos; su segundo material registró altísimas ventas que logró ser disco
de platino. Y esto era solo el principio.
Desde
muy joven colaboraron con él los mismos músicos y amigos, con los que formó
primero, a principios de los 80’s, la
banda The Revolution y poco más de una década después forma The New Power
Generation. Entre estas dos bandas bien estructuradas formó otros proyectos
alternos, ensambles en los que participaba y les daba un nombre en específico,
entre un sinfín de producciones alternas.
De
verdad, Prince fue un músico incansable.
Otra
de sus facetas de este multitalentoso fue la actuación. Y su obra maestra en su
incursión en el séptimo arte fue Purple
Rain, película que dirigió y protagonizó, con la cual obtuvo tres premios Grammy
por el disco del mismo nombre y un Oscar por mejor banda sonora.

El
estilo un tanto ecléctico de Prince lo llevo a grabar y producir temas que iban
del soul al rock, pasando por la balada pop y sonidos con tintes electrónicos.
Lo cierto es que sus bases de funk y rhythm and blues, así como una buena dosis
de rock reflejada en su inseparable guitarra, le dieron un sello distintivo a
su estilo.
Si
bien el auge de su carrera se dio entre los 80’s y 90’s, al inicio del nuevo
milenio Prince siguió produciendo para él y para otros artistas. Sus discos
fueron a partir de este momento de un corte más alternativo, claro, con sus
respectivas giras en grandes escenarios y sus consabidas “after parties” en
bares o recintos pequeños y privados, costumbre tal cual tenía desde sus giras
ochenteras.

Y
es que, como en todo gran artista, el egocentrismo de Prince siempre fue una de
sus particularidades que provocó que muchos de sus amigos, músicos y
colaboradores en su mayoría, se alejaran de él en algún momento. Sin embargo,
siempre en sus giras y por el país que visitaba indagaba sobre el talento
local, descubriendo en algunas ocasiones grandes voces, músicos o bailarines
que tiempo después solía integrar a su banda o equipo de trabajo.
Al
menos así lo cuenta la cantante y guitarrista Andy Allo, quien afirma que
Prince la conoció previo a un concierto en Camerún y que, tras escucharla y
tener afinidad en estilo, la integró a la banda como guitarrista. Años después,
en uno de los discos de Andy, él colaboró en la producción. “Prince fue un gran
mentor para mí, me llegó a enseñar algunos acordes que yo no conocía”, relató
vía telefónica la joven artista en entrevista radiofónica.

Fueron
varias mujeres importantes en su vida: la bailarina puertorriqueña Mayte García
(con la que tuvo un hijo que falleciera a solo unas semanas de su nacimiento
por un mal congénito), Apolonia Kotero, (modelo mexicoamericana que protagonizó
con él la cinta Purple Rain), la poetisa, fotógrafa y cantante Ingrid Chavez
(con quien colaboró musicalmente y fue protagonista de su filme Graffiti
Bridge) la percusionista Sheila E y Manuella
Testolini.
A
estos nombres de su otrora carrera sentimental, habría que sumarle a Prince sus
affaires con Sheena Easton, Madonna, Carmen Electra, Kim Basinger, Susanna
Joffs (integrante de The Bangles), entre otras.
Uno
de los capítulos más amargos que sufrió Prince fue la feroz batalla que perdió,
finalmente, a mediados de los 90 con su disquera Warner, a raíz de que el
artista lanzara su álbum triple Emancipation fuera de dicha disquera debido a
que ésta no le permitía liberar todo el material que grababa. Consecuentemente,
tuvo que terminar su contrato al tiempo de que ya no utilizó su nombre Prince,
sino que ahora se daba a conocer como The Symbol, The Artist o simplemente con
un signo gráfico. Sería hasta el nuevo milenio cuando recupera su nombre.
Desde
su muerte, la música de Prince llegó a las plataformas digitales como Youtube,
I Tunes y Spotify, algo que en vida nunca permitió, como tampoco permitió que
samplearan sus canciones. Por ejemplo, se sabe de la demanda que entabló en
contra del rapero fugaz MC Hammer a principio de los noventa por haber tomado
un fragmento de su clásico “When Doves Cry”.
El
último concierto que ofreció fue el 14 de abril del 2016 en Atlanta, Giorgia.
Después de esto fue hospitalizado por una gripe intensa que superó para volver
a ensayar y preparar su concierto del día siguiente. Su muerte llegó cuando se
encontraba a punto de iniciar un tour acústico (Prince Spotlight: Piano &
Microphone)
Recientemente,
de acuerdo a la agencia noticiosa AFP, la justicia norteamericana no presentará
cargos contra nadie por la muerte de Prince, la cual fue provocada por el abuso
de fentanilo, medicamento opiáceo (sustancia que deriva del opio) que ingirió
pensando que se trataba de Vicodin, otro opiáceo.
Desde
hace dos años, músicos, artistas y amigos en general celebran a Prince con un
gran festival en su natal Minneapolis, donde interpretan lo mejor de su música.
Aunado a ello, este año se reunieron académicos de la Universidad de Minnesota
en el simposio Prince from Minneapolis.
El
diseñador, conductor de radio, respetado musicólogo y gran admirador del
artista Mario Lafotaine afirma tajante que “Prince es un artista solo
comparable con la grandeza de un Miles Davies”.
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EL PALOMAZO
Aquí
les dejo algunos temas que dibujan el estilo musical de Prince:
El
clásico “When Doves Cry”
Esta
es su mítica presentación en el medio tiempo del Super Bowl XLI de 2007
El
fabuloso “Batdance”
“Musicology”,
un track lleno de funk y jazz
La
consentida, “Cream”
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