Por Divandino

Así se leía un tuit de uno de
los miles de fans de Depeche Mode en México y que celebraban su regreso a
tierras aztecas. Aunque de ese 1993, la banda regresó en mayo de 2006 con el Touring the Angel en la CDMX y
Monterrey, y en octubre de 2009 con su Tour
of the Universe en la CDMX, Monterrey y Guadalajara.
A lo mejor muy tarde para
reseñar un gran concierto, lo cierto que es que es importante destacar que ha
sido uno de los mejores de esta banda en México, que hace no más de un mes se
presentó en el sitio de grandes recitales por antonomasia, el Foro Sol del
autódromo de los Hermanos Rodríguez de la Ciudad de México.
Fueron dos conciertos, uno
el domingo 11 y el otro el martes 13 de marzo del año en curso. Muchos comentan
que el mejor fue el segundo, otros que fue el primero, aunque ambos tuvieron
sus peculiaridades y su feeling particular.
Fue un domingo soleado en la
gran urbe chilanga de concreto, donde desde la mañana pintaba para ser un día
realmente despejado y relajado –si es que recordamos que un día antes habíamos
acudido a la fabulosa exposición homenaje a Tim Burton en el museo Franz
Mayer-. Y lo fue.

La ovación no se hizo
esperar: alrededor de 65 mil almas apostadas en este gran foro para corear
todas y cada una de las 20 canciones que interpretó la banda que lideran Dave
Gahan y Martin Gore durante dos horas. Un concierto donde lo mismo te
encontrabas al cuarentón o cincuentón, que a unos millenials entre sus 18 y sus
30 años.
Esta es, precisamente, parte
de la magia que estas grandes bandas guardan: la capacidad y el talento no solo
para seguir agradando a su público de siempre, ese que fan que los sigue desde
el Speak & Spell o el Violator hasta el Sounds Of Universe o el Spirit,
sino por cautivar a nuevas generaciones reinventándose, proponiendo un discurso
lírico y sonoro un tanto diferente en cada disco.
Fue la banda alternativa
mexicana Rey Pila la encarga de abrir el inicio del Global Spirit Tour de Depeche Mode en Latinoamérica. Quizá no muy
conocidos en el mainstream y con cierto desconocimiento de su música por parte
del público, interpretaron sus éxitos e hicieron más entretenida la espera. Un
dato importante: Rey Pila toca un rock-pop electroacústico muy cercano a
estilos de New Order y el mismo Depeche Mode.
Minutos antes, mientras
mucha gente se acomodaba o compraba su cerveza de a $100, se escuchaba al
unísono “Revolution” de The Beatles, que venía a dibujar un poco el concepto
que trae la banda originaria de Basildon, Inglaterra, tanto en su gira como el
propio disco: letras que hablan de cambios y de aspiraciones revolucionarias,
que se viven a nivel global. Y ya casi por iniciar, suena un potente remix de
su tema “Cover Me” –como ya se ha precisado en este espacio, Depeche Mode tiene
un sinfín de versiones remezcladas de la mayoría de los temas de todos sus
discos-.
El setlist no cambió mucho
de su último concierto inmediato en Rusia, al menos en su recital de aquel
domingo 11. Sonaron esos clásicos de los que, como un imán, invitan al aplauso
y al contoneo corporal tratando de seguir el compás; así sucedió con “It’s No
Good”, “A Paint That I´m Used To” y “World In My Eyes”. Tocaron uno de los
mejores tracks de su último disco –Spirit- “Cover Me”, que poco a poco se ha
convertido en uno de sus nuevos clásicos, sobre todo porque se trata de un tema
escrito por Dave Gahan, cuando la mayoría de sus hits han sido autoría de
Martin Gore.
Sonó un desgarrador “Barrel
Of A Gun” a un apacible y suave “Precious”, pasando por “Useless” y una versión
acústica de “Insight”. En su presentación del día 13, en lugar de esta trola,
el mismo Martin interpretó “Judas”, una balada incluida en el plato Songs of Faith
and Devotion.
Vinieron después canciones
como la bellísima “Home”, “In Your Room”, “Where’s The Revolution” (primer sencillo
del Spirit) –en el concierto del 13 tocaron “Policy of Truth” del insigne
Violator-, “Everything Counts”, “Stripped”, el que llamaría su clásico de
clásicos “Enjoy The Silence” y la memorable “Never Let Me Down Again”, la cual
estuvo aderezada por miles de celulares ondeando por todo el recinto con los
colores de la bandera nacional que portaba una aplicación previamente
anunciada.
Dave Gahan, a pesar de ser
el habitual “Frontman” o líder del escenario, no es de muchas palabras y su
interacción con el público se resumía a breves agradecimientos “Gracias Ciudad
de México”, aunque el hecho se compensaba con sus movimientos y su invitación
al aplauso.
Como en casi todos los
conciertos, sino es que en todos, llega el momento en el que la banda parece haber
concluido su concierto, pero en realidad es una breve pausa para ese llamado
“encore” del público y el retorno de los músicos para cerrar con fuerza y
éxtasis su presentación.
Así sucedió con una versión
acústica de “Strangelove” interpretada sorpresivamente por Martin Gore, a la
que le siguieron “Walking In My Shoes” y “A Question of Time”, cerrando
magistralmente con la apoteósica “Personal Jesus”, en medio de una prolongada
ovación.
A pesar de que el respetable
esperaba un retorno más al escenario, Depeche Mode siguió el setlist al pie de
la letra y concluía el primeros de sus dos conciertos en México.

Y es que hablar de Depeche
Mode es sinónimo de éxito y ventas: según la lista Hot Tours del Billboard, su
gira Global Spirit Tour ha recaudado
46 millones 538 mil dólares, superando a artistas que están muy en boga como
Bruno Mars y Ed Sheeran. Así que el trío británico sigue cautivando a las
masas, a viejas y nuevas generaciones.
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EL PALOMAZO
Algo en video del concierto del domingo 11 de marzo:
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