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domingo, 17 de septiembre de 2017

MOBY, electrónica con sentido

La Libélula
Por Divandino

La música electrónica comúnmente es relacionada con la música dance o música bailable; aunque si mantienen íntima relación, no siempre es así. Una pieza de Jean Michel Jarre, de Air o de la banda Depeche Mode no necesariamente son bailables, como sí lo son de la tendencia llamada EDM (Electronic Dance Music), de la que forman parte casi todos los dj’s que van de Avicci a David Guetta o de Armin Van Buuren a Diplo.

Alemania, Francia o Inglaterra son países en los que se fue gestando el género electrónico desde principios de los años 70. Sin embargo, en este lado del mundo también surgieron excelentes exponentes y uno de ellos es originario de Nueva York, en Estados Unidos, cuya carrera empezó a despegar desde inicios de los 90.



Richard Melville Hall, mejor conocido como Moby, es compositor, músico y productor, pero nunca permite que lo llamen dj –o disc jockey- pues afirma que él es un músico en toda la extensión de la palabra. Y vaya que lo es, pues la mayoría de sus presentaciones en vivo no son con solo un par de tornamesas o unos sintetizadores, sino con una banda completa.

Su nombre lo retomó del libro más famoso de su tío bisabuelo, Herman Melville, “Moby Dick”.  Si bien en sus inicios las composiciones estaban centradas en el techno industrial y trance, gracias a la escena rave que se desarrollaba desde finales de los 80 hasta principios de los 2000, sobre todo en Europa, empezó a experimentar con sonidos de jazz, soul y blues, que contenían loops con fragmentos o samples de piezas antiguas de estos géneros. Ahora estas mezclas se han hecho más populares en subgéneros como el Down Tempo, Ambient, Lounge Eléctrico y un sin número de combinaciones más.

En sus primero años, Moby formó una banda de punk llamada Vatican Commandos, de ahí su carácter desenfadado, a pesar de componer con sintetizadores y computadoras; al tiempo de que se estrenaba como dj en un club nocturno de su natal Nueva York, con un sueldo paupérrimo que lo obligaba a desplazarse en patineta.

Su primer éxito fue Go, un track que utilizaba una línea de Laura Palmer en la serie televisiva Twin Peaks, y alcanzó los primeros lugares de 1991 en Gran Bretaña. Gracias a su éxito se va de gira con estrellas de género The Prodigy, Aphex Twin y Orbital.

Entre el 92 y el 98 lanza otros álbumes ambient, entre los que se encuentra el Everything Wrong, así como un disco de hard rock electrónico –llamado Animal Rights- y el I Like Store que incluía un tema para la cinta de James Bond “Tomorrow Never Dies”. Sin embargo, ambos no tuvieron éxito comercial.

Fue a partir de 1999 que Moby inicia una etapa de éxito y consagración con su álbum multipremiado Play: 18 temas que se convirtieron en un referente de la música electrónica del nuevo milenio. Para 2002 lanza un álbum más o menos en la misma tesitura, el 18.

En estos años, el músico neoyorkino hizo varios remixes  y colaboraciones para otros artistas, tanto en sus propios discos como en los de otros tantos. Tal es el caso de Deborah Harry de Blondie, Gwen Stefani ex de No Doubt, Wayne Coyne de la banda The Flaming Lips, la cantante española Amaral, etcétera.

En 2005 edita el disco Hotel y un año después un álbum recopilatorio con lo mejor de su carrera hasta ese momento. Last Night sale a la luz en 2008 y casi de inmediato, al siguiente año, edita Wait For Me, un álbum demasiado suave y ya sin mucha fuerza musical.

Moby, además de dedicar su vida a la música, también es un constante activista en pro del medio ambiente y defensor de los animales, incluso colabora con la organización PETA; es vegano y promotor de la música como terapia. Asimismo, como muchas otras estrellas del cine y la tv en Estados Unidos, mantiene una postura crítica al sistema político de su país y sus gobernantes. Es uno de los principales opositores al gobierno de Donald Trump.

Ya en el 2011, saca a la luz su octavo disco de estudio, Destroyed, con un sonido muy ambient y con una fuerte carga de melancolía. Innocents, que edita en 2013, es un disco que rescata un poco el sonido de sus primeros trabajos.

Richard Melville Hall es un músico que siempre ha experimentado con estilos tan diversos dentro de la electrónica, del rock y del punk. El año pasado dio un pequeño giro auditivo y forma una banda, bajo el nombre de Moby & The Pacific Choir, saca el álbum These Systems Are Falling, que es más rítmico y energético. También publicó su autobiografía, llamada Play como su galardonado álbum.

Y en este 2017 publica vía internet y de manera gratuita More Fast Song About The Apocalypse, que es la continuación del disco anterior, con letras de corte social y político.

Quizá ya no goce de la misma popularidad de hace 15 años, lo cierto es que Moby siempre ha buscado nuevos sonidos, nuevas tendencias y nuevas herramientas para innovar musicalmente y difundir su activismo social.

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PALOMAZO
Un concierto con banda completa:

Un djset:


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