AL AIRE..

domingo, 30 de julio de 2017

UNA ESTRELLA FUGAZ!


La Libélula
Por Divandino

Dice el adagio popular que “de lo bueno se da poco”, y en el mundo del rock y la música en general queda como anillo al dedo. Década tras década han surgido verdaderos genios, músicos y solistas, que han impuesto modas y estilos; sobre todo, luminarias del espectáculo que han marcado toda una historia, así haya sido breve.

Sin embargo, estas “deidades terrenales” han sido seres humanos, con todo lo que esto implica: llenos de errores y virtudes, que muchas veces, y contradictoriamente, sus errores y sus desgracias personales alimentaron esa musa que los hizo crear obras exitosas y monumentales  que perdurarán por mucho tiempo.

Este es el caso concreto de la británica Amy Winehouse cuyo éxito se basó en sus problemas existenciales y en sus consecuentes excesos. ¿Y por qué precisamente en su desgracia interna?  Porque, mientras más se hundía en su depresión, en su alcoholismo, en su drogadicción y en su bulimia, más alimentaba su creatividad y su desenfrenada lírica. Aunque, si es todo exceso, el éxito fue breve y doloroso.

La chica veinteañera, con un singular peinado alto -llamado beehive, que significa panal de abejas-, solía decir que “necesito tener problemas para sentir mi fuerza creativa”. Dicha frase solo era una muestra de su personalidad autodestructiva, así como otras figuras que fallecieron a la fatídica edad de 27 años –esa llamada edad maldita del rock-, como Kurt Cobain, JIm Morrison, Janis Joplin, Jimi Hendrix y Brian Jones, solo por mencionar a los más famosos.

Amy Jade Winehouse nació un 14 de septiembre de 1983 en el seno de una familia de clase media en Londres. Su infancia y, en cierta manera, su afición por el arte, fue influenciada por su padre; quien de ser la figura impoluta para aquella pequeña, se desmoronó una vez que descubrió la infidelidad hacia su madre.

A raíz de este episodio, el carácter de Amy se volvió intempestivo y sumamente difícil, situación que solo su abuela lograba más o menos atemperar. Debido a esa personalidad explosiva y por ponerse un piercing en la nariz, fue expulsada de una escuela de teatro. ES entonces que se dio cuenta que lo suyo era la música y el canto; adoraba el jazz, el soul, el blues. A la postre, pondría de moda este revival de estilos meramente afroamericanos.

En sus tempranos 16 conoce a quien sería su representante hasta los últimos días de su carrera, a Nick Godwyn, gracias a un casting que consiguió su novio de aquella época. Su talento vocal era tal que logró llegar a Miami, en Estados Unidos, con el productor de la banda de soul y hip hop Fugees, Salaam Remi. Y es que su voz era educada, no desafinaba, medía sus tiempos con precisión; vaya, difícilmente se equivocaba.

En 2004 saca su primer disco titulado Frank, en honor ni más ni menos que a Frank Sinatra, el cual le trae un éxito notable, sobre todo económico, pues compró un piso completo en el bohemio barrio londinense de Candem. Es ahí donde, teniendo una relación aún con su antiguo novio Tyler y simultáneamente con otro amigo íntimo, conoce a quien sería el amor de su vida y un factor fundamental de su temprano fin:  Blake Fielder-Civil .

A los 20 años, Amy ganó el disco de platino por las altas ventas de su primer material discográfico. Mientras esto sucedía, solía frecuentar antros de vicio peligrosos en Candem; muchos señalaron a Peter Doherty, vocalista de The Libertines y pareja de la modelo Kate Moss, como una de las personas que influyó en la cantante en su afición por estos sitios y, claro, por los estupefacientes.

Aunque en su adolescencia era relativamente rellenita, con el paso de los años, Amy alternó severos periodos padeciendo anorexia y bulimia, bebiendo prácticamente todos los días. Vivía en la fiesta y el reventón de manera permanente.

Paradójicamente, mientras más demacrada lucìa y con seis tallas menos, el talento de cantante británica crecía como la espuma.

Back To Black, su segundo álbum producido por Mark Ronson –otro de sus amigos cercanos-, fue triple disco de platino, con los ya clásicos “Rehab” y “You Know I’m No Good”, extraordinarios temas con cierto aire Motown –disquera que en los 70’s difundió un amplio catálogo de música afroamericana-. Obtuvo un MTV Music Award y 5 de los 6 premios Grammy del 2008.

Sin embargo, tras el rotundo éxito, la vida personal de Amy Winehouse vendría en detrimento. Por ejemplo, en 2007 llegó a presentarse completamente borracha en una de las presentaciones de su gira europea, vomitando al terminar el primer tema. Un desastre. Tras romper por un tiempo con su novio Blake Fielder, cayó en una muy severa depresión, situación que su representante alertó a los padres, con pocos resultados positivos. De ese rompimiento nació la inspiración, precisamente, para el multipremiado Back To Black.

Y es que antes de conocer a este individuo, comentan los medios ingleses, que Amy era una joven más o menos sana, pues bebía y fumaba como cualquier londinense, pero al relacionarse con él vivió un intenso romance atado por la pasión, el dinero y, sobre todo, las drogas.

En sus francachelas, la joven diva llegaba a gastarse 700 euros o incluso más. Estaba al borde del precipicio y todo mundo lo sabía. La familia de la cantante logró que pidiera el divorcio a Blake, estando este en prisión en 2009; ella se interna en una clínica para rehabilitarse y comenzar así nuevos proyectos. Entre 2010 y 2011 estuvo entrando y saliendo de dicha rehabilitación, parecía que todo mejoraba.

Un 23 de julio de 2011, a los 27 años, Amy Winehouse fue encontrada muerta en su departamento en Londres. La autopsia reveló que había ingerido más de tres botellas de vodka, hecho que la introdujo al coma que le causó la muerte.

Su último trabajo de estudio fue a lado del reconocido y legendario cantante Tony Bennet en uno de sus discos de dúos, quien siempre creyó que Amy estaba en el camino correcto de la música, con un talento excepcional.

Es en diciembre de ese 2001 que sale a la venta su álbum póstumo Lioness: Hidden Treasures, un compilado de covers y temas inéditos grabados desde 2002.

Sin duda, la vida de Amy Winehouse fue breve y exitosa, intensa y tormentosa. Quizá un desastre como persona, pero un valor como artista.


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EL PALOMAZO
LADO A:
Si quieres saber más sobre la trágica historia de la cantante inglesa, te recomiendo el documental Amy, lo puedes encontrar en Netflix.

LADO B:
Por aquí les dejo este cover extraordinario del clásico del bossa nova “The Girl Of Ipanema” –o “La Chica de Ipanema”-  que grabó Amy Winehouse. Una delicia, por decir lo menos.








lunes, 24 de julio de 2017

Otro que muerde el polvo

La Libélula
Por Divandino

Este jueves 20 de julio, justo el día de su onomástico número 41, el vocalista de banda pionera del llamado “Nu Metal” de Linkin Park, Chester Bennington, se suicidó en su residencia de Los Ángeles, California.

Aunque existe un poco de incertidumbre sobre las causas de su deceso, la mayoría de medios de comunicación coincidieron en que se ahorcó, tras muchos años de tener una lucha constante contra las drogas y el alcohol. Asimismo, no descartan que su decisión haya tenido otro detonante: un trauma luego de sufrir abuso sexual durante su
infancia. Y si a esto le agregamos que fue hijo de una enfermera y un policía acusado de abusos sexuales, pues podemos sacar ciertas conclusiones.

Los biógrafos del espectáculo mencionan que se casó en dos ocasiones y que tuvo 6 hijos, respectivamente.

Curiosamente o de manera fortuita, Chester tenía una cercana relación con Chris Cornell (destaca una conmovedora carta que le dedicó el día de su muerte), otro difunto del rock, y que también apareciera ahorcado en el baño de un hotel. Y, también, ambos cumplían años el mismo día; mientras que este 20 de julio Bennington llegaba a los 41, Chris cumpliría 53. Cosas del destino, del rock o de la vida misma.

Abonando un poco a esta tragedia, al parecer los Stone Temple Pilots parecen tener una especie de maldición sobre sus vocalistas: hace un año muere Scott Weiland y, tras ocupar su puesto en algunos conciertos, este año se repite la historia con Chester Bennington.

Linkin Park fue una banda que marcó toda una época y que puso muy de moda un subgénero, el Nu Metal, que si bien fue una etiqueta comercial, si revolucionó un poco el sonido de metal junto con bandas como Limp Bizkit, Korn, Papa Roach, Deftones y Rage Against The Machine.

Esta banda, fundada en 1996 en California (E.U), era de las más reconocidas a nivel internacional, favorita de artistas de otros géneros: los dj’s de la escena electrónica y del EDM (Electronic Dance Music) regularmente mencionaban a Linkin Park como su grupo de rock favorito. Fue una de las tantas bandas estadounidenses que ofreció más conciertos en el continente asiático, por ejemplo.

Quizá su tema representativo, más programado en la radio o escuchado en servicios de música en línea es “In The End”, pero tuvo muchos hits que se escucharon en prácticamente todo el mundo.

En sus inicios, Linkin Park fue vista como la versión más comercial de Limp Bizkit, pero esto le sirvió aún más para proyectarse como una de las bandas que gozaban con más éxito y reconocimiento. Ganaron en dos ocasiones le Grammy y vendieron 68 millones de discos. Su último álbum apareció el pasado 29 de mayo, justo un día después de que el ex vocalista de Soungarden y amigo personal, Chris Cornell, se quitara la vida.

FEEDBACK
El pasado 13 de julio se celebró  el Día Mundial del Rock, fecha que todo melómano recuerda desde 1985, que es el año en el que, por cierto, se llevó a cabo el primer festival Live AID, organizado por el músico y cantante irlandés Bob Geldof, cuyo fin era ayudar al país africano de Etiopía a superar la crisis alimentaria que padecía en aquel entonces.
Este festival se realizó de manera simultánea en Londres, Inglaterra, y en Filadelfia, Estados Unidos, contando con la participación de grandes bandas, como Led Zeppelin, The Who, Black Sabbath, Queen, Sting, Judas Priest, Duran Duran, U2, entre otros.

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EL PALOMAZO
Chequen esta rola interpretada por Chris Cornell y Chester Bennington

miércoles, 19 de julio de 2017

La Herencia (Tercera y última parte)

La Libélula
Por Divandino

La herencia musical es lo mejor que un músico o artista en general puede dejar a las siguientes generaciones; un legado lleno de rimos, sonidos y experiencias que, con el paso del tiempo, se convierten en una influencia para la creación de nuevos géneros o subgéneros, así cómo revivir una propuesta en especial.

Un ejemplo es cuando surgieron,, en su momento, ritmos que rescataban la esencia del original pero con otros matices: hablamos del “numetal” “nudisco”, “ nupunk”, entre otras variantes. Lo cierto que todos los estilos y sonidos se reinventan cada determinada época y muchos son los grupos que se actualizan, otros tantos se hunden en su misma línea y no se revolucionan; no aportan.

Como hemos abordado el tema en publicaciones anteriores, tanto a nivel internacional como en México, existen figuras que han marcado la pauta en el desarrollo musical, particularmente en el universo del rock.

Por lo que toca a Latinoamérica, incluyendo a la península ibérica -por supuesto- hay todo un movimiento permanente desde los 60’s. Bandas y solistas han influenciado a todo un continente.

A mediados de los 80’s, con el “boom” del Rock en Tu Idioma, conocimos en México a las bandas nuevas de entonces y a las ya consagradas. De España llegaron propuestas ya consolidadas como Radio Futura, Miguel Ríos, Mecano, Nacha Pop, La Unión, Alaska, Los Hombres G -tan criticados pero tan escuchados también-; más adelante Heroes del Silencio, Los Rodríguez, Amaral, Los Planetas; y ya más reciente Love Of Lesbian y Dover.

Mención especial merecen bandas como Mecano, quienes siempre apostaron por un sonido adelantado a su tiempo, basandose en la experimentación electrónica y letras profundas; cada uno de sus integrantes ha hecho trabajos significativos, destacando Nacho Cano y Ana Torroja.

Radio Futura siempre le dio un sello especial a su sonido, siempre con el toque con reminiscencias de la rumba y el flamenco, Santiago Auserón -o Juan Perro- ha brillado con luz propia y propositiva.

Qué decir de Héroes del Silencio, banda que marcó un antes y un después en el rock español: sus letras y la peculiar voz de Enrique Bumbury le dieron personalidad propia. Hasta la fecha muchas bandas dentro y fuera de España retoman esa clase y potencia musicales.

Por otro lado, tenemos a las bandas y solistas del cono sur de América, verdaderas joyas que han  marcado la música en general y del rock en particular, en sus respectivos países.

Al igual que las bandas españolas, en aquella marca de Rock en Tu Idioma, conocimos a cantantes y agrupaciones legendarias, como las argentinas Soda Stereo, Enanitos Verdes, Miguel Mateos – en aquella época con Zas-, Ratones Paranoicos, Charly García, Andrés Calamaro, Los Fabulosos Cadillacs, Fito Páez, Babasónicos, Auténticos Decadentes, Divididos, El Indio Solari, Luis Alberto Spinetta,  Gustavo Cerati; asimismo, bandas como Bersuit Vergarabat, Fidel Nadal, Las Pelotas, Illya Kryaki & The Valderramas, Estelares y Los Brujos.

Como siempre, hay que destacar el gran legado de Luis Alberto “El Flaco” Spinetta, quien ha influenciado a un centenar de bandas y solistas, como al propio Gustavo Cerati y a Fito Páez. Charly García es otro de esas leyendas vivientes de quien han retomado el sonido y estilo tan característico del controvertido músico.

De manera especial mencionamos a Soda Stereo como la banda que le abrió las fronteras al rock argentino y buena parte de las bandas sudamericanas; su legado es enorme. Su vocalista Gustavo Cerati brilló con luz propia y alcanzó el reconocimiento internacional; tras su fallecimiento en 2014, su música ha servido de inspiración para las nuevas generaciones, incluido su hijo Benito Cerati y su banda Zero Kill.


Chile cumple con su cuota de grandes agrupaciones que han influenciado a cientos de bandas. Los Tres marcaron toda una época y le dieron presencia al rock latinoamericano; La Ley, también cosechó grandes éxitos, quizá más comerciales, pero con el sello vocal de Beto Cuevas. Qué decir de Los Prisioneros cuyo estilo más pop abrió el abanico sonoro dentro del rock propiamente, y ya más reciente Los Bunkers.

No podemos dejar de mencionar a bandas colombianas como Aterciopelados, cuya influencia sigue marcando a las propuestas innovadoras en toda latinoamérica; de Brasil, a pesar de que la mayoría de sus bandas cantan en portugués, existen muchas que han influenciado al rock latino, como Paralamas. La banda brasileña que se cocina aparte es Sepultura, cuya fama es internacional y ha marcado a bandas de todo el mundo, sobre todo a las metaleras.

Con esta entrega cerramos el recuento de los grupos y solistas que han dejado una herencia musical para las jóvenes bandas, aquellas que buscan preservar su legado en cada riff o en cada estribillo.

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EL PALOMAZO
Aquí les dejo un clásico del rock latinoamericano, a cargo de Soda Stereo

martes, 11 de julio de 2017

La Herencia (Parte 2)

La Libélula
Por Divandino
  
Reconocer la aportación musical de muchas bandas y cantantes en sus similares de generaciones posteriores implica hablar de temas, de sonidos y de modas. La herencia musical que los llamados “grandes” han dejado es inmensa; es un bagaje que ha servido de inspiración para cientos o,  incluso, miles de proyectos alrededor del mundo, mismos que han revitalizado y perpetuando al rock, no solo como género, sino como actitud.

En la entrega pasada abordamos algunos nombres que han influido en diferentes propuestas en los últimos 40 o 50 años, bandas y solistas que se han ganado aquel mote de “vacas sagradas” y que la mayoría tiene un lugar en el Salón de la Fama del Rock & Roll: ahí donde se encumbran las voces y los sonidos que han hecho historia.

Pero, también en Latinoamérica –quizá debamos ser incluyentes y hablar de Hispanoamérica, por aquello del idioma- existen semillas sonoras que han germinado en propuestas innovadoras, alternativas y populares, año tras año y década tras década se retoman tendencias y sonidos para rehacer y renacer en un estilo propio. Quizá muy difícil de lograrlo, pues aunque el universo del rock en español es inmenso, realmente son pocas las bandas que han sido propositivas.
Si hablamos de México es mencionar nombres que van desde los grupos de cover como Los Teen Tops, Los Hooligans o Los Rebeldes del Rock, quienes a pesar de hacer copias del rock ‘n Roll norteamericano un tanto rosas, sentaron las bases para que la juventud empezara a identificarse con esa cierta “rebeldía” musical. También en la provincia mexicana había propuestas de este tipo, como Los Rockets en Monterrey, Los Flamers en Veracruz –si, los de Roberto Bueno que luego hicieran famosa la “chunchaca”- y Los Baby´s en Yucatán.

Pero definitivamente bandas como El Tri –o  El Three Souls In My Minds como se le conoció en sus inicios-, los Dugs Dugs o La Revolución de Emiliano Zapata sentaron realmente las bases de un movimiento de rock nacional. Aunque en sus inicios, sus canciones eran interpretadas en inglés y más tarde incluirían temas ya en castellano.

Todos estos y muchos otros grupos, en un ambiente de represión gubernamental provocada por los movimientos estudiantiles de finales de los 60 y principios de los 70, conformaron esa primera camada de precursores del rock mexicano.

Mención especial merece Javier Bátiz, quien siempre ha presumido ser el maestro de guitarra del mismísimo Carlos Santana, es uno de esos baluartes del rock rupestre que brilló en los 70 y que pasó varias temporadas y décadas completas en el underground. Hace muy poco, en el mes de mayo, fue objeto de un merecido homenaje en la CDMX por su contribución a la música y a la cultura capitalina.
Otros que aportaron a la conformación del rock nacional fueron, sin lugar a dudas Rockdrigo González, aquel trovador citadino que falleció en el sismo del 84 y que es padre de Amandititita. El guitarrista, poeta, panista y cantante Guillermo Briseño le dio personalidad y calidad lírica; aunque no destacó de manera comercial, muchos compositores y rockeros de corazón le deben mucho a este gran músico.

Qué decir de El Tri de Alex Lora, que ha sido muy criticado al volverse más comercial –dícen los puristas- pues sus orígenes eran los llamados “hoyos fonqui” y luego grababan con disqueras transnacionales. Lo cierto es que es una de las bandas insignes de “nuestro rock” y una leyenda viviente que le ha dado presencia al género desde los 60 hasta nuestros días.

Producto de la invención mercadológica en los años 80, llamada Rock en Tu Idioma, surge otro gran movimiento para posicionar el rock en español. Tanto bandas mexicana, como argentinas y españolas, se encargaron de crear toda una moda que con el tiempo perduró diversificándose en otros géneros no muy difundidos en México, en aquel entonces, como el hip hop, el reggae, el ska o el rock fusión.

De aquel movimiento y los que se dieron ya en los 90, bandas como Caifanes, Maldita Vecindad, Café Tacuba y Molotov, son las que han cimentado una segunda etapa del rock nacional. Gracias a ellos, además de ser un gran negocio para disqueras y estaciones de radio, dieron cabida a más grupos y solistas como Julieta Venegas, Zoé, Natalia Lafourcade, Moenia o Panteón Rococó, entre muchos otros.

Quizá una tercera etapa es cuando surgen nombres que también han sido elementales, no solo para mantener el rock como género, sino para diversificarse en otros géneros y tendencias. nombres como Dildo, Porter, Los Rebels Cats, Plastilina Mosh o el Colectivo Nortec –que ahora solo quedan Bostich y Fussible-, Le Butcherettes,  Caloncho, Enjambre,  y Hello Seahorses, entre muchísimos más.

A mediados de los 90 se popularizó el festival Vive Latino en la CDMX, que se ha convertido en todo un foro para las bandas consolidadas y las nuevas promesas, no solo del rock nacional, sino del latinoamericano. A partir de esta plataforma, años después surgen otros festivales que, ante la decadencia de la industria discográfica, se convierten en una suerte de mecanismo de promoción.

Hoy en día, no podríamos hablar solo de rock mexicano, sino de una conjunción de subgéneros y estilos alternativos que tratan de ganar adeptos entre las nuevas generaciones; hablamos del movimiento “indie nacional”, que en su mayoría son propuestas musicales que graban con sellos discográficos independientes y, por otro lado, usan las redes sociales como uno de sus foros principales de promoción.

En la siguiente entrega, abordaremos lo referente a las propuestas que le dieron peso y presencia al rock en español desde España, Argentina, Chile, Colombia y otros países latinoamericanos.

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EL PALOMAZO
Aquí les dejo uno de tantos temas de Café Tacuba, una de las bandas insignes del rock nacional.


Radiolaria Vol. 1

El periodista musical  Luis Carrillo, quien ha entrevistado en las últimas dos décadas a más de 200 artistas y bandas musicales, entre ellos...