LA LIBÉLULA
Por Divandino
Era
el año de 1991 y el llamado “Grunge” se apoderaba de MTV y de muchas estaciones
de radio, era un naciente sello mercadológico para unos, pero para otros
–siento que la mayoría- significó un cambio de conciencia y de irreverencia
natural al inicio de la última década del siglo pasado. Sobre todas las cosas,
el Grunge era un movimiento musical caracterizado por guitarras distorsionadas
y letras que delataban el vació de una generación –la Generación X- que no
tenía rumbo ni dirección fijas.
En aquel
momento, en el que el hard rock y el glam rock de los 80’s visualizaban chicas,
reventones y mucho glamour, nacían bandas que rescatarían la esencia del rock
con un buen toque de punk. Eso era el Grunge. Nirvana, Pearl Jam, Alice In
Chains, Stone Temple Pilots, Candlebox, Mudhoney y Soundgarden, entre muchas
otras, marcaron el rumbo del rock e influenciarían a cientos de bandas en todo
el mundo rumbo al nuevo milenio.
A
pesar de que el Grunge lo han dado por desaparecido, hasta nuestros días lo
siguen mencionando y lo han calificado de género maldito. Se llevó a su máximo
exponente, al vocalista de “Nirvana” Kurt Cobain en 1994, al vocalista de
“Alice In Chains” Layne Staley en 2002, al líder de los “Stone Temple Pilots”
Scott Weiland en diciembre del 2015, y el pasado jueves 18 de mayo se llevó a
uno más: ni más ni menos que la voz y la presencia de Chris Cornell, originario
de la ciudad insigne del género, Seattle, Washington; líder y vocalista de “Soundgarden”,
así como integrante de otras bandas como “Temple Of The Dog” y Audioslave.

Sin embargo, su esposa Vicky –segunda esposa,
precisan los medios norteamericanos, con la que tuvo dos hijos- negó
rotundamente que Cornell se hubiese querido quitar la vida, pues gozaba de
lucidez y disfrutaba de su vida familiar. Pero, reveló que el rockero tomaba
regularmente un medicamente contra la ansiedad, padecimiento que –suponemos- no
había superado del todo, y sospecha que pudo haber perdido el juicio al exceder
su dosis. Finalmente, las autoridades
determinaron que el suicidio fue la causa del deceso.
Como en toda muerte de estrella del espectáculo,
siempre habrá margen para la duda y la especulación; recordemos los casos de
Michael Jackson y Prince, por mencionar lo más recientes y que involucran
sustancias ilegales y su abuso.
El jueves 18 de mayo, a la par de la muerte de
Chris Cornell, se conmemoró el 37 aniversario luctuoso de otra leyenda de la
música, del líder de la mítica banda británica Joy Division, Ian Curtis; banda
que más tarde se convirtiera en la conocida banda de electro pop New Order. Se
trató de algo fortuito, pero que muchos fans lo tomaron como una extraña
coincidencia, sobre todo por el hecho de que Ian Curtis también se quitó la
vida ahorcándose en su hogar.
Lo cierto y lo destacable es que Chris Cornell le
dio presencia, no sólo al Grunge, sino a la imagen del rock contemporáneo: una
voz potente, letras fuertes que hablaban de la personalidad, del amor y de la
persistente necesidad de expresar los sentimientos más escondidos del ser
humano. Es cierto que encabezó sendas bandas como Soundgarden –con la cual dio
su último concierto en Detroit -, Audioslave o incluso Temple Of The Dog, junto
con otro sobreviviente del Grunge, Eddie Veder de Pearl Jam, pero el sello
siempre lo imprimió su voz: rasposa y potente, pero también suave y delirante.
Tuvo una carrera solista bastante aceptable con
álbumes como el Euphoria Morning, Carry On, Scream, del cual se desprende la
bellísima canción “Can’t Change Me” –de mis favoritas-, así como el disco en
vivo Songbook Tour y el último Higher Truth. Grabó temas para soundtracks de
películas como Great Expectations (Grandes Esperanzas), Mission 2000 (Misión
Imposible II) y de la serie del 007 Casino Royale.
A sus 52 años era considerado un sex-symbol y una
referencia clara de lo que es ser rockero, su imagen, su actitud y
personalidad. –A veces no comprendemos cómo es que un Iggy Pop, un Ozzy
Osbourne, un Steven Tyler o un Mick Jagger siguen vivitos y coleando, si en sus
años mozos hicieron y probaron de todo, quizá es cuestión de madurez o de
suerte-.
En los días posteriores a su muerte, los
homenajes a Chris Cornell no se hicieron esperar. Red Hot Chili Peppers, Aerosmith, Metallica, el
cantante Ryan Adam y U2 recordaron al ícono del grunge durante sus respectivos
conciertos. Por ejemplo, Bono de U” dedicó la canción “Running To Stand Still”
a Chris Cornell a quien llamó “un león”; Metallica interpretó el clásico de
Soundgarden “Black Hole Sun”.
El domingo pasado, durante la entrega de los
premios Billboard, el vocalista de la banda Imagine Dragons, Dan Reynolds,
recordó a Cornell como un innovador, un arquitecto musical y compositor
prolífico, al tiempo de pedir un minuto de silencio. –Hubiese pedido un minuto
de aplausos, pero en fin-.
Mientras tanto en la icónica Seattle, los fans del cantante improvisaron
en el parque Sound Garden un al altar con flores, velas y un sin número de
recuerdos.
Black hole sun
Won't you come
And wash away the rain
Black hole sun
Won't you come
Won't you come (won't you come)
Won't you come
And wash away the rain
Black hole sun
Won't you come
Won't you come (won't you come)
Estribillo del tema “Black Hole Sun”, uno de los temas más famosos de
Soundgarden y referencia directa de la voz de Chris Cornell. Y como muchos lo
comentaron, a manera de partida sublime o idílica, desapareció en la inmensidad
de ese agujero negro en el sol.
El Palomazo
Por aquí les dejo esta liga con las rolas más s exitosas de Chris
Cornell