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jueves, 20 de abril de 2017

Música a la Carta



LA LIBÉLULA

Por Divandino

Música a la Carta

Para quien sea un melómano de corazón o por simple necesidad lúdica, el presenciar en vivo y a todo color a su cantante o banda favoritos es muy gratificante. Es un éxtasis mental y una liberación natural del estrés cotidiano.


Y si, en lugar de ver a una banda, tienes la oportunidad de ver un sin número de agrupaciones y solistas confinados en un mismo sitio, ya sea uno o varios días. Eso es un festival, una pléyade multigénero donde tiene la oportunidad de escuchar a tus artistas favoritos y de conocer otros más.

Uno de los referentes a estos rituales sonoros, que hoy ya son muy común en prácticamente todo el mundo, es el festival Woodstock: uno de los festivales de rock y congregación hippie más famosos e importantes de la historia, que tuvo lugar en una granja de Bethel, Nueva York, los días 15, 16, 17 y la madrugada del 18 de agosto de 1969. Fue una expresión artística en contra de la guerra de Vietnam y la proclamación del amor y paz como forma de vida.

En el Woodstock participaron un sin número de luminarias del rock que estaban en pleno auge como Janis Joplin, Creedence Clearwater Revival, The Who, Joe Cocker, y Jimi Hendrix, así como el mismísimo Carlos Santana, entre muchos más. Se llevaron a cabo después ediciones en 1979, 1989, en 1994 y 1999 a manera de homenaje.

Actualmente figuran varios festivales de música que aglutinan diversos géneros emparentados con el rock, aunque ya se han abierto a estilos más alternativos y conceptuales. De tener objetivos meramente de convivencia, hoy en día son un escaparate para la mercadotecnia y la publicidad.

Solo por mencionar algunos de los más populares, están los siguientes festivales:

El Coachella Valley Music and Arts Festival, conocido simplemente como Coachella y que se realiza en la región de Indio, California en Estados Unidos. Se lleva a cabo en abril durante dos fines de semana completos, o sea, desde el viernes y hasta el domingo, con figuras del rock alternativo, pop, hip hop, electrónica, etc.

Del otro lado del “charco”, concretamente en Inglaterra, en la zona de Somerset, se lleva a cabo el Glastonbury y que aglutina, además de los conciertos de rock y música contemporánea, artes como la danza, el teatro, el circo y la comedia. Influenciado por el espíritu hippie de los 70, este festival se lleva a cabo en un terreno natural que con la lluvia se vuelve un lodazal inmenso, condición que lo caracteriza de otros y lo han hecho legendario en toda Europa.

El Rock In Río, que nació en Brasil en 1985, ha tenido desde entonces diferentes sedes alternas en donde se presentan los grupos y solistas más populares del orbe. Además de Río de Janeiro, se ha realizado en Lisboa, Portugal, y Madrid, España.

En ese tenor y cuyo organizador es líder de la banda Jane’s Adiction, Perry Farrel, se encuentra el festival Lollapalooza, que se realiza en Chicago (USA) con lo más representativo del rock alternativo, la música “indie” –o independiente, pues- y el metal. Hasta hoy, esta franquicia musical tiene sus versiones anuales en Chile, Brasil, Argentina, Alemania y Colombia.

En México, tras la realización del mítico Festival Rock y Ruedas de Avándaro en 1971, jamás se realizaron –tal vez con alguna que otra pero muy subterránea- conciertos masivos porque el gobierno de entonces pensaba que podrían levantar a las jóvenes generaciones y ocasionar revueltas sociales. –Lo justificaban porque estaban frescos los episodios de represión como el famoso “Halconazo” de aquel 1971 o la matanza de Tlatelolco tres años antes-. Hasta los 80 la música en vivo, el rock para ser preciso, se redujo a los famosos hoyos fonky, sobre todo en la capital del país; en los estados, ni en sueños.
 
Luego de la fiebre del rock en español a finales de esos trillados 80 y la esporádica inclusión de México en los tours de bandas internacionales, sobre todo INXS en el Palacio de los Deportes, surge un festival insigne del sonido nacional y latinoamericano, el Festival Iberoamericano de Cultura Musical Vive Latino –este año cumplió ya 18 años-. Regularmente se realiza todo un fin de semana en el mes de marzo, destacando el talento iberoamericano pero que, con el tiempo, ha ido incluyendo artistas de renombre global.

Otro festival que presenta lo más destacado del rock independiente y géneros alternativos a nivel internacional, me refiero al Corona Capital. A diferencia del Vive Latino, este no incluye, o muy poco, bandas o cantantes latinos.

Junto con estos festivales, México se ha insertado en el llamado “mainstream” con la realización de otros que poco a poco han ido creciendo, como el Pa´l Norte o el Machaca Fest en Monterrey, el Ceremonia en Toluca, el Anagrama, el Roxy o el 212 en Guadalajara, el festival de metal Hell & Heaven en la CDMX, entre muchos otros.

Solo para el recuerdo. En Veracruz nos acercamos un poco a esos niveles con el Festival de la Identidad Cumbre Tajín, que hasta el 2015 contó con un cartel musical de primera línea, donde se llegaron a  presentar desde el paisano Carlos Santana o la artista islandesa BJork, pasando por Fito Páez, Tool o Deep Forest, hasta una Regina Spektor o Café Tacuba.

Un festival muy emparentado con el Vive Latino es el Rock al Parque, que año con año se lleva a cabo en Colombia y trae a las figuras más representativas del rock, del reggae y del pop alternativo de toda Latinoamérica.

Y qué decir de los conciertos de música electrónica, que han cobrado fuerza por su nivel de penetración. Hablamos, por ejemplo, del Tomorrowland que se lleva a cabo en Bélgica y que ha tenido sedes alternas en Estados Unidos, Chile, Sudáfrica, entre otros, cuyos escenarios con verdaderamente fastuosos; del Ultra Music Festival en Miami (USA), el A State Of Trance, que se organiza a partir del programa de radio del dj holandés Armin Van Buuren y que presenta a figuras del subgénero trance, o el Electric Daisy Carnival en la Ciudad de México y Las Vegas. Existen muchísimos otros que, al igual que los antes mencionados, rescatan el espíritu contestatario de los “raves” noventeros o la proclama de amor y paz del ya desaparecido Loveparade en Alemania.

Existen otros festivales un poco más especializados o con un sentido más conceptual, como el Sonar en España, el Winter Music Conference, el South By Southwest o el Warped Tour en Estados Unidos, así como el BPM en México. Sobra comentar que existen otros tantos enfocados, por ejemplo, al jazz en New Orleans  o a la salsa en New York  -solo acordarse del Festival de Salsa de Boca del Río-, de tango en Sudamérica o incluso de música sacra en Europa.

Gracias a la tecnología, la mayoría de estos festivales son transmitidos vía streaming a todo el mundo. Así que sólo habrá que estar pendientes de las fechas y horarios en internet y redes sociales.

En México, a pesar de que el gusto generalizado se enfoca a géneros como Banda o Reggaetón, lo cierto que un gran porcentaje asiste a conciertos de rock y pop, pero de eso hablaremos en la siguiente entrega.

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EL PALOMAZO
Por aquí les dejo unos links sobre algunos de los festivales que mencionamos:




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